Lía Randall recibió premio mejor tesis de doctorado en ciencias biológicas

Lía Randall Carlevaro, docente del Polo de Moléculas Bioactivas del Centro Universitario Regional (Cenur) Litoral Norte en la sede Paysandú obtuvo el premio Elio García-Austt 2020 a la mejor tesis de doctorado en ciencias biológicas que otorga el Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (Pedeciba).

La tesis de doctorado titulada “Caracterización estructural y funcional de la forma nitrada de la peroxirredoxina 2” fue llevada adelante por Lía Randall con la tutoría de los doctores Ana Denicola, de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República (Udelar) y Javier Santos de la Facultad de Ciencias exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, de Argentina y caracteriza el efecto de la nitración sobre la estructura y actividad de la Peroxirredoxina 2 (Prx2) humana, demostrando el rol modulador de esta modificación postraduccional en la actividad de dicha enzima.

La docente es licenciada en bioquímica, egresada de Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, doctora en Ciencias Biológicas por el programa Pedeciba y estudiante actual del sexto año de la carrera Doctor en Medicina en Paysandú. Asimismo desde 2015 es docente del Laboratorio de Moléculas Bioactivas en el laboratorio del Cenur Litoral Norte en la Estación Experimental “Dr. Mario A.Cassinoni” desde donde realiza sus actividades actuales de enseñanza, investigación y extensión.

Resultados originales de alto impacto científico

La resolución de otorgar el premio a mejor tesis de doctorado “Elio García-Austt” está firmada por Leonel Gómez, Sergio Martínez, Andrea Villarino, Lucía Yim y Flavio Zolessi quienes resaltan en la fundamentación de la distinción que “el estudio aporta a la comprensión de los mecanismos de modulación redox importantes en procesos tanto fisiológicos como patológicos”. Asimismo enfatiza en que los resultados “son originales y de alto impacto científico”, destacando la concesión de cuatro publicaciones científicas como primera autora en revistas internacionales arbitradas con los resultados de la investigación. En la evaluación del premio se remarca además que “la fundamentación de la postulación fue clara, que los resultados además de publicados han sido difundidos en varios eventos nacionales e internacionales y que la candidata cuenta con una trayectoria universitaria y una formación académica muy completa”.

Ya en 2019, en el momento de la defensa de la tesis para obtener el título de Doctorado el tribunal evaluador destacó el trabajo y su presentación como “excelente”. Entonces, los doctores Madia Trujillo, Luis Soares Netto y Marcelo Comini de Doctorado de Pedeciba Biología indicaron que “el volúmen de resultados (con tres artículos publicados en revistas científicas arbitradas y otro que se encuentra bajo revisión, en todos en calidad de primera autora) y su discusión resulta ampliamente satisfactoria”. Asimismo valoraron la presentación oral por “su claridad, con una buena selección de los datos y destacándose el conocimiento sobre el tema que quedó de manifiesto en las respuestas brindadas al tribunal”.

Ciencia básica a nivel celular

Lía Randall destacó su alegría por la distinción y resaltó el impulso que significa este reconocimiento al que aspiraron trabajos muy diversos del amplio campo de la biología. La investigación, desarrollada a nivel molecular básico, en laboratorio, representa un tema complejo para comprensión general, no obstante la investigadora nos explicó que: “el trabajo se centró en la caracterización de una proteína que se llama: peroxirredoxina 2. Las proteínas son moléculas que participan en los procesos moleculares a nivel celular. En el caso la peroxirredoxina es una enzima, es decir una proteína con propiedad catalítica que acelera ciertos procesos y tiene la característica de ser antioxidante, una característica bastante conocida ya que el estrés oxidativo se asocia por estar vinculada al envejecimiento, a ciertas patologías neurodegenerativas o ciertas enfermedades como el cáncer y otras patologías inflamatorias crónicas”.

Desde la fisiología se requiere un balance entre los oxidantes y su consumo que está regulado por diversos sistemas, entre los cuales se encuentra la enzima que protagoniza el trabajo de Randall y en conjunto con otras. “Estos balances no solamente tienen un rol en lo que es la patología sino en los procesos fisiológicos de nuestro cuerpo sano; allí hay producción y consumo de oxidantes incluso se empiezan a ver señalizadores intracelularesdonde la producción y consumo de las moéculas oxidantes se asocian a vías de señalización, esto es moléculas que transmiten una señal para activar o inhibir ciertos procesos”. En ciertas enfermedades hay un desbalance entre la producción de estos oxidantes y su consumo y esto genera una acumulación de los oxidantes y por lo tanto un daño celular, que puede ser verse a nivel de las moléculas tanto a nivel funcional (que se pueda ver alterada la función o que se pueda perder el funcionamiento) como a nivel estructural (que puedan alterar la estructura tridimencinoal de una macromolécula, como las proteínas dañarse proteínas que participan en lo que es la estructura celular)”, explicó.

Agregó que en el contexto de esta investigación confirmamos que la Peroxirredoxina 2 “es una proteína que se activa muy rápido, que está muy concentrada en las células y en particular en los glóbulos rojos y que que tiene una gran actividad catalítica, es decir una gran capacidad de consumir oxidantes en particular peróxido de hidrógeno”. Esto resulta muy importante porque “cuando ocurre un exceso de presencia de oxidantes (que se denomina estrés oxidativo) se desencadenan muchos procesos paralelos y a través de la nitración (que es una modificación que ocurre durante los procesos de estrés oxidativo) de la Peroxirredoxina 2 pudimos analizar cómo se afectaba su función en relación al consumo de peróxido de hidrógeno y su estructura”. Para ejemplificar como estos procesos celulares son de interés para el desarrollo de medicamentos o tratamientos de determinadas enfermedades Randall explicó; “una enfermedad como el alzheimer Alzheimer crónicamente desencadena estrés oxidativo; en esos casos podría nitrarse la Peroxirredoxina 2 y eso podría alterar su participación de las vías de consumo de peróxido de hidrógeno y señalización redox intracelular para intervenir en el proceso”.

Foto: Florencia Parpal.

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